lunes, 31 de octubre de 2022

El tutor ideal

"Un buen profesor puede crear esperanza, encender la imaginación e inspirar amor por el aprendizaje"

Brad Enry

Tras varias etapas educativas a lo largo de nuestras vidas, la figura de un tutor es muy importante en el proceso de enseñanza y aprendizaje, no sólo para conducir el conocimiento sino también para transmitir esos valores para la vida que hablábamos en entradas anteriores.

Muchas veces nos encontramos con perfiles básicos que nos permiten, como alumnos, pasar el rato en las horas de tutoría (con esto de pasar el rato me refiero a hacer los deberes o jugar a juegos de mesa) desaprovechando uno de los momentos, quizás, más importantes del proceso educativo, la tutoría.

Como docente destaco la importancia de una buena figura tutorial en la enseñanza, sin dar importancia a la etapa educativa o las características de los alumnos. Y es que las funciones de un tutor son amplias y diversas, entre las que destaco programas y planificar, la toma de decisiones, detección y valoración de las necesidades ... Estas funciones se multiplican debido a la diversidad de cada uno de los alumnos que forman el grupo de clase.

Por ello, el Departamento de Orientación es el equipo encargado de asesorar a los tutores proporcionándoles una multitud de recursos y técnicas para poder desarrollar de forma adecuada dichas funciones. Al mismo tiempo, debe asegurar la coordinación de acciones entre distintos docentes, planificando programas o planes de mejora o convivencia tanto con los alumnos como con las familias.

Por tanto, un tutor ideal, desde mi punto de vista, necesita unas habilidades especiales para preparar y presentar una metodología interactiva y participativa, así como facilitar la participación de toda la comunidad educativa.

  - Capacidad de Escucha: Cualidad imprescindible para ser un buen transmisor de información. En otras palabras, transmitir a los alumnos su interés de escucha.

    - Habilidades de comunicación escrita: Nos ayudará a interpretar o captar el significado de los mensajes. 

  - Capacidad de empatía: Un tutor debe tener una mentalidad abierta y una gran capacidad para colocarse en el mismo lugar que los alumnos.

   - Capacidad de aceptación y/o comprensión: El tutor deberá aceptar no solo las opiniones y críticas del alumno, sino también comprenderlas y aportar una solución. 

    - Creatividad: Un tutor debe ser creativo e innovador a la hora de proponer actividades en el aula, con el fin de motivar al alumnado en su proceso de aprendizaje.

Ahora bien, ¿Cómo seré tutora en mi aula? ¿Potenciaré todas estas capacidades? ¿Conseguiré que los alumnos despierten su curiosidad por aprender?

Como tutora guiaré al alumno es su proceso de adquisición de conocimiento, ayudarlo a identificar diferentes estilos de aprendizaje. Además, le orientaré con distintos hábitos de estudio, motivándole y enseñándole estrategias que le permitan generar aprendizaje significativo y sortear las dificultades que se le presenten durante su crecimiento personal.

Y es que para poder cumplir la misión de una buena tutora, debo conocer las necesidades, intereses y problemática de cada uno de los alumnos, teniendo en cuenta cualidades como la asertividad, empatía, capacidad de liderazgo, sociabilidad, responsabilidad o el respeto.

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